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Bolaños, M. Los fines del Derecho Penal. Una aproximación
168 desde la Filosofía Política / pp. 161-180.
En relación al liberalismo político, en el que se exalta la libertad
individual, refiere que a dicha libertad debe dársele una lectura tanto
desde una concepción positiva como desde una concepción negativa.
En relación a esta última, se señala que el sujeto es libre de hacer todo
cuanto sea capaz y la limitación a esta libertad sólo puede venir por la
necesidad de proteger intereses de terceros. Por ello en esta perspectiva
de la libertad se priorizan los derechos de los individuos separando en el
ámbito de lo jurídico, derecho y moral.
La libertad positiva refiere en cambio, a los orígenes del control.
Si se ha afirmado que en el marco del liberalismo el sujeto es libre, debe
reconocerse que dicha libertad se revierte en autonomía, incluso en el
plano legislativo. De manera tal que con base en el raciocinio, el propio
individuo establecerá formas de control en busca del principio de justicia
mediante acuerdos donde intervengan todos. De esta forma, el contrato
social representa la figura de convenio colectivo que recoge las voluntades
de todos, establece las reglas del juego social en la interacción con los
demás y se convierte en la fuente de legitimidad del Estado y por ende,
del control.
En este sentido, para establecer criterios de igualdad, se parte del
hecho que todos los sujetos cuentan con las mismas capacidades y que
existen para todos iguales circunstancias externas. Dos de las capacidades
de los sujetos que se resaltan en esta concepción -siguiendo a Rawls- son
la racionalidad y la razonabilidad. Lo racional: capacidad de orientarse
racionalmente al bien. Lo razonable: capacidad de reconocer términos
equitativos de cooperación social.
En el comunitarismo, en cambio, el sujeto moral está
completamente arraigado y determinado por el entorno social de
donde extrae su identidad y sus valores, los cuales al serle dados deben
internalizarse. La comunidad define al sujeto.
Ahora bien, el autor entra a valorar lo pertinente al concepto
de persona en cada una de estas propuestas políticas. En el marco del
liberalismo el sujeto es titular de sus derechos, legisla en función de
preservar intereses de terceros, de manera que el Estado está al servicio