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94                            Olimpio Torres, Rosa. El derecho de reproduccion de obras literarias: aspectos de su
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            mas para determinar a quién se debía reconocer el derecho sobre el so-
            porte material que contenía una obra producto de la creación intelectual,
            pues en el transcurso de todo ese tiempo -en este aspecto- continuó vi-
            gente el principio (esencialmente desde el ángulo jurídico), que señalaba
            que el dueño del soporte material contentivo de la obra, era quien tenía pleno
            derecho sobre la misma y, por consiguiente, era la única persona que podía
            disponer de ella. Durante todos esos siglos la reproducción de las obras
            continuó siendo realizada a mano. Y, en el caso concreto de las obras lite-
            rarias, el ejemplo más significativo lo constituyeron los manuscritos.

            2.3. RESEñA SOBRE LA REPRODUCCIÓN DE OBRAS
            LITERARIAS DURANTE LA EDAD MEDIA.


            Se ha indicado como lapso convencionalmente establecido para situar,
            en el campo de la historia de la humanidad, el período de la llamada Edad
            Media (o época medioeval), el transcurrido desde finales del siglo V d.C.
            (aproximadamente desde el año 476), hasta mediados del siglo XV d.C.
            Este período representó el interregno comprendido entre la edad antigua
            y la época moderna, y se caracterizó -fundamentalmente- por la preponde-
            rancia de la posesión de la tierra como factor de producción esencial para
            cimentar el dominio tanto en el orden económico como en el político.

            En el plano cultural, la Edad Media significó un estadio histórico de la
            humanidad en el que la hegemonía del dogma religioso signó la mayor
            parte de la vida social, cultural y artística, en este aspecto el sentimiento
            espiritualista cristiano, puesto al servicio de sectores dominantes en el
            seno de la sociedad y manejado, en no pocas ocasiones, por los intereses
            de esos sectores, constituyó un elemento de especial significación en el
            terreno de las relaciones sociales.

            En dos planos esenciales han sido ubicadas tales relaciones durante el
            señalado período: en primer término (en el aspecto meramente econó-
            mico), se señala el predominio de las labores agrícolas, a cargo de los sier-
            vos y vasallos quienes estaban al servicio de los señores feudales; y, en
            segundo lugar (en el terreno cultural), la intensa labor desarrollada para
            divulgar el conocimiento, en los trabajos realizados por el clero, tanto en
            los burgos como, fundamentalmente, en los conventos, abadías y monas-
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