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18 Gómez Ortiz, Miguel Angel. Globalización, derecho y dignidad humana
en América Latina/ pp. 13-34
bios, se encuentran la homogeneización nacional e internacional de nor-
mas y procedimientos comerciales y el reconocimiento de los derechos
humanos fundamentales, con el propósito de mejorar las condiciones
para el intercambio comercial y la seguridad jurídica.
Sin embargo, la globalización buscó crear condiciones que favorezcan a
los más competitivos y eficientes, por lo cual, todos los cambios jurídicos
que se dieron al principio, terminaron legalizando un proceso selectivo que
benefició a las empresas transnacionales de los países más desarrollados y
marginó a las de los países menos desarrollados. Por ejemplo, se aprobaron
rápidamente leyes que protegían la propiedad intelectual y las inversiones
privadas, pero no las que promovieran una mayor migración de personas o
que favorecieran las exportaciones de los productos agrícolas.
En América Latina, al principio la globalización orientada por el neolibe-
ralismo, exigió el desmantelamiento del proteccionismo estatal en lo eco-
nómico y lo social, con el propósito de liberar los factores de producción
y restablecer las libertades individuales que propiciaran el desarrollo de
las economías nacionales vinculadas al mercado mundial. Así, las políticas
económicas inspiradas en el neoliberalismo promovieron nuevos tipos de
relaciones entre el medio ambiente, las empresas, los trabajadores, y los
consumidores, que debían expresarse consecuentemente en nuevas nor-
mas y procedimientos sancionados jurídicamente por los propios Estados.
Después como consecuencia del impacto negativo de la globalización, los
gobiernos se vieron en la necesidad de dar respuestas intervencionistas
al descontento y las presiones de diversos sectores sociales que rechaza-
ban el desmantelamiento del proteccionismo estatal, sobre todo por las
contradicciones y la acentuación de las desigualdades sociales que pro-
dujeron las políticas neoliberales. La Internet y las redes sociales que se
conforman a través de la misma, permitieron que las corrientes jurídicas
transnacionales, y el activismo en pro de los derechos humanos fueran
mucho más eficaces para influir sobre los gobiernos nacionales, propi-
ciando iniciativas legislativas inspiradas en los valores progresistas que se
construyen en torno a los principios de la dignidad humana, la igualdad
jurídica y la no discriminación, en contra de los valores más tradicionales
de las sociedades latinoamericanas.