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Alvarado M.

realizará la venta o prestará el servicio, sin pago en efectivo, sino con la firma
del usuario de la tarjeta en el voucher o cupón respectivo.

El segundo paso lo resumiremos de la manera siguiente:

El tarjetahabiente trata de adquirir determinado bien o servicio en un
establecimiento afiliado al sistema (ejemplo una joyería) con su tarjeta Visa.
La joyerýa pasa la tarjeta a través del dispositivo electrónico de autorización o
llama al ente emisor de la tarjeta, puede también revisar el boletín protectivo
para cerciorarse de que la tarjeta no está invalidada realizando esto, el
tarjetahabiente firma el recibo (que en realidad es el convenio por el cual se
compromete a cancelar lo adquirido).

En un lapso señalado en el contrato (generalmente cinco días), el
establecimiento afiliado (la joyería) envía el recibo firmado a Visa. El ente
emisor (ejemplo Visa) le notifica al banco de la joyería (ejemplo banco
provincial) el cual le paga a este establecimiento afiliado, menos una cuota
que viene señalada en los respectivos contratos…”(1998:p.39 - 40)
Como podemos apreciar de la citada doctrina, la tarjeta de crédito constituye
un sistema integrado por un cúmulo de relaciones jurídicas y económicas
desarrolladas entre las anteriormente identificadas partes del sistema (entidad
de franquicia, emisor, establecimiento asociado o afiliado y tarjetahabiente), las
cuales en su conjunto determinan el mecanismo de funcionamiento de la tarjeta
de crédito, sin embargo, debemos anotar que sistema operativo expuesto por el
autor, no siempre funciona de la manera expresada, es decir, bajo un esquema
cuadrilateral, sino mas bien, de forma trilateral, a través de la participación
operativa de tres de las cuatro partes que conforman el sistema, vale decir, emisor,
establecimiento asociado y tarjetahabiente, sin la intervención directa de la
entidad de franquicia, dueña de la marca (ejemplo: American Express).
Por otra parte la introducción de nuevas modalidades de comercio no
excluyen a la tarjeta de crédito como medio de pago para la adquisición de bienes
o servicios, por el contrario esta modalidad representa un amplio elemento de
consumo, tanto en las compras por internet, como en las denominadas tele-
compras, aquellas realizadas por vía telefónica, sin que se de el elemento de
presentación del plástico, ni la firma de cupón, lo que no conduce, en el primer
caso a la imposibilidad de uso de la tarjeta y, en el segundo caso, al no compromiso
de pago una vez vencido el lapso del crédito (generalmente un mes).

Anuario de Derecho 34