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La Universidad de Los Andes en las raíces merideñas
Miyares pensaba que Maracaibo demandaba con más premura una
institución académica porque contaba con mayor población que la andina y que
Mérida era una ciudad propensa a enfermedades esto desalentaba a los estudiantes
a residenciarse en ella. A esto se suma que el Claustro Pleno de la Universidad de
Caracas se pronunció en contra del proyecto merideño
A pesar de los múltiples traspiés las diligencias a favor de la creación de la
Universidad prosiguieron. En 1802 llega a la ciudad el nuevo Obispo de Mérida,
Don Santiago Hernández Milanés, quien desde España se había ocupado de los
asuntos pertinentes a su Diócesis y había puesto especial esmero en el Colegio
Seminario. Continuó así el Seminario Tridentino su marcha ascendente bajo la
dirección del Obispo Santiago Hernández Milanés, quién creo para año 1805 la
cátedra de Medicina, redactó unas nuevas constituciones y puso en funcionamiento,
anexa al colegio, una escuela de primeras letras.
El 18 de junio de 1806 Carlos IV otorgó al seminario la gracia de conferir
grados menores y mayores, en Filosofía, Teología y Derecho Canónico a la vez
que afiliaba el Instituto, para los demás grados a la Real y Pontifica Universidad de
Santa Fe como ya estaba a la de Caracas. No fue sino hasta el 4 de diciembre del
año 1808, cuando Hernández Milanés dio a conocer al Ayuntamiento de Mérida la
voluntad del Rey de conceder el privilegio de conferir grados mayores y menores
y en acto público y solemne, tuvo lugar la colocación de los primeros grados de
licenciado y doctor que concedía el Seminario San Buenaventura, lo cual daba en
la práctica, nivel universitario.
El 21 de septiembre de 1810 es data de alegre recordación, significativa
para la historia universitaria emeritense, pues por decreto de la Junta Superior
Gubernativa constituida el 16 de ese mismo año y habiendo declarado la
independencia de la Provincia de Mérida con el nombre de Real Universidad
de San Buenaventura de Mérida de los Caballeros al Colegio Seminario, con
privilegios semejantes a los de la Universidad de Caracas. Por tanto, y como ya lo
mencionamos anteriormente, la facultad de conferir grados menores y mayores,
además de los conferidos desde 1806 se arrogará en adelante la facultad de otorgar
los de Derecho Civil y Medicina.
A propósito de este acontecimiento, en resguardo de la memoria histórica de
nuestra máxima casa de estudios superiores y para que no se olvidara tan magna
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