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Rivero Y.

la erección del Seminario Conciliar que propuso V. S. en el convento suprimido
de los Religiosos Franciscano, con el tres por ciento de las rentas eclesiásticas de
esa Diócesis sobre que se expedirá la correspondiente Real Cédula por aquella
vía, y para aumento de su dotación se ha designado S. M. mandar que se separen
de las hacienda de Ceiba y Tapias, pertenecientes a temporalidades y aplicada a
los Misioneros de Santo Domingo, las Tierras de Santa Catalina, San Jacinto y
otras que se hubiesen agregado como anexas a aquellos fundos, para que queden
a favor del Seminario con los gravámenes a que estuviesen afectas y se informe de
su efectivo y líquido valor como se previene en está fecha al Arzobispo Virrey de
Santa Fe y al Gobernador de Caracas. –Lo participo a V. S para su inteligencia y
que promueva el cumplimientote esta aplicación. Dios Nuestro Señor guarde a V.
S. muchos años.– San Ildefonso, a catorce de septiembre de mil setecientos ochenta
y seis. Sonora.” 4.

No obstante, aún para inicios del año 1787 no se tenía conocimiento alguno
sobre la veracidad de la expedición de la Real Cédula de 1786. Por tal motivo, Fray
Juan Ramos de Lora escribió nuevamente a Don Juan Guillelme: “Por la copia
de la Real Orden de 14 de septiembre del año próximo pasado de ochenta y seis,
que dirigí a V. S., quedaría impuesto de la aplicación que S. M. se dignó hacer
a favor del Seminario Conciliar de está ciudad de las tierras de Santa Catalina,
San Jacinto y las demás que pedí por representación, sobre lo que se me promete
expedir la correspondiente Real Cédula, y como hasta el presente no haya esto,
ni por principal ni por duplicado, llegado a mis manos aun habiendo tenido de
mi Apoderado de Madrid copia simple de la que se expidió; temiendo que esto
pueda haber consistido en algún extravío o intercepción, suplico a V. S. se sirva
darme alguna razón si obtuvo la prevención que se dice en la misma Real Orden y
sugerirme de que arbitrio podré valerme para averiguar el paradero de esta Cédula
que creo días ha expedida. De lo que quedará a V. S. en el debido reconocimiento.-
Dios Nuestro Señor guarde a V. S. muchos años. Mérida, 3 de octubre de 1787. Fray
Juan Ramos, Obispo de Mérida de Maracaibo.- Sr. Presidente Capitán General
don Juan guillelmi” 5.

Sin embargo, para este mismo año, Carlos III ratifica para la Institución el
título de Real Colegio Seminario de San Buenaventura, adscrito a la Universidad
de Caracas para lo relativo a grados.

La reputación de la buena enseñanza impartida en el seminario se fue
extendiendo a las más apartadas regiones de Barinas, San Cristóbal, Coro y

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