Page 96 - Anuario28
P. 96
ANUARIO DE DERECHO. Año 28, N° 28. Enero-diciembre 2011. Mérida-Venezuela.
ISSN:0076-6550. 105
minado rol. Para L. Dobuzinskis et al., el policy analysis community está
compuesto fundamentalmente en función de tres grupos, a saber: el gru-
po que toma decisiones (decisión-makers) son quienes detentan cargos
ejecutivos y legislativos o puestos administrativos de relevancia; el grupo
académico-intelectual (knowledge producers), generalmente representado
por especialistas en las áreas en cuestión y quienes son responsables de
formar los cuadros profesionales, dirigenciales y burocráticos de los que
depende el desarrollo de las políticas públicas, así como también la funda-
mentación temática y tratamiento científico de los temas y problemas pú-
blicos; y, finalmente, los gestores del conocimiento (knowledge brokers),
quienes se especializan en traducir el conocimiento y los contenidos que
explican los procesos y fenómenos institucionales en insumos políticos.
Los think tanks vienen a constituir ese tercer grupo, uno intermediario.
De lo antes mencionado se puede afirmar, que los think tanks
conforman un importante segmento institucional de carácter no-guber-
namental que compite dentro del sistema político por determinar parte
de las opciones y preferencias políticas dentro del proceso de análisis y
elaboración de políticas públicas. Este rasgo particular en estas organiza-
ciones como broker knowledge hace que ellas se distingan, al menos, por
las siguientes tres características: 1) son organizaciones poco numerosas
(pues pueden llegar a operar con apenas 5 individuos), pero estrictamente
jerarquizadas y corporativizadas a su interior; 2) tienen como patrón de
intercambio la producción y uso de datos, conocimientos y otros conteni-
dos sociales a los cuales le dan un valor político agregado; y 3) a través
de su disposición a vincularse con los procesos formales de diseño y
elaboración de políticas públicas, desarrollan un evidente voluntarismo
político. De esta manera se hace corresponder el desempeño político de
los think tanks con los postulados neo-institucionales, puesto que dichas
organizaciones han logrado presentarse como dinámicos agentes socia-
les con un alto desempeño institucional, económico e intelectual fuera
de las instancias gubernamentales o académicas strictu sensu. De hecho,
se podría afirmar que estas organizaciones, al constituirse en una versión
cuasi-privada de la gestión pública, desarrollaron dos rasgos patentes: su
situación de agentes intermediarios entre gobierno y sociedad civil, así
como su rol de organizaciones terciarias en el servicio de asesoría política.