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162                          Bolaños González, M. ¿Es Posible un Acercamiento Ético en el
                                                     Proceso de Globalización? / pp. 147-169


            como espectadores, frente  a lo cual reitero la posición de adquirir
            conciencia    de  lo  que  estamos  viviendo  y  de  asumir  una  postura
            personal e institucional desde esa conciencia, es decir desde la razón.
            Sin embargo, no es sólo la razón la que nos dará la fórmula correcta
            para  enfrentar  esta  situación,  sino  que  ella  debe  entenderse  como
            uno de los elementos que nos permitirán llegar hasta los contenidos
            propios de cada situación y revisarlos profundamente para abordarlos
            desde ellos mismos incluyéndonos dentro de tales situaciones.

                   Eso significa ser protagonistas más que espectadores, significa
            elaborar nuestras propias decisiones y forjarnos el día a día, afirmando
            si el futuro inmediato y no tan inmediato que tenemos por delante, lo
            queremos disfrutar o padecer. Esto pasa por re-conocer, es decir, por
            conocer de nuevo nuestra condición humana y tenerla presente para
            la toma de decisiones y la postura a asumir. Considero que esta tarea
            requerirá que cada uno se tenga a sí mismo como punto de arranque
            desde el cual observarlo todo para proyectar esa observación hacia
            el resto, pues el “tenernos” como referencia primigenia nos permite
            reforzarnos en nuestra condición de individuos como un micro cosmos
            y no como una universalidad que se diluye en la vasta dimensión en
            la  que  se  produce  el  proceso  de  globalización.  Como  subsiguiente
            consecuencia de la observación estaría la acción, lo que implica que
            desde una postura que se asuma teniendo como referencia al propio
            ser humano, se puede re-construir y  re-crear la condición ética humana
            a partir de acciones definidas.
                   En este particular aspecto se percibe muy de cerca la vigencia
            y actualidad del planteamiento ético en el que a partir de una actitud
            activa  de  los  sujetos  que  se  manejan  en  situaciones  concretas  se
            llegarán a agotar los contenidos morales propios de cada situación.
            Para Aristóteles la ética consiste en un hacer, que supone personas
            humanas reales individual o colectivamente consideradas, actuando
            en  situaciones  determinadas  con  especificidad  de  condiciones.
            Siendo  la  globalización  la  experiencia  que  actualmente  nos  toca
            compartir,  ésta  se  nos  muestra  como  la  situación  ideal  en  la  que
            podemos desarrollar en forma positiva o negativa nuestra condición
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