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ANUARIO DE DERECHO. Año 26, N° 26. Enero-diciembre 2009. Mérida-Venezuela. 163
ISSN:0076-6550.
humana. Es claro que son nuestras acciones las que a ella dieron
lugar, pues bien, de igual modo serán nuestras acciones, nuestras
decisiones y nuestras posiciones las que harán posible la oportunidad
de nuestra concreción como sujetos éticos, recordando que « …
sólo puede actuar éticamente, el que de alguna forma o en alguna
medida está libre de ataduras y compromisos externos, el que, en
alguna pequeña proporción, a partir de sí mismo, puede modificar las
influencias externas que sobre él se ejercen» (Gómez, 2001, p. 18).
En el plano ético tenemos la opción de escoger libremente qué hacer
en determinada situación. Afortunadamente la ética no nos está dada,
lo que nos está dado es la oportunidad de fabricarla, esta oportunidad
hoy se llama globalización, con sus características, consecuencias e
implicaciones, mañana no sabremos cómo ha de llamarse, lo cierto es
que tendrá también sus características e implicaciones que reclamarán
un concienzudo análisis en busca de una respuesta acorde con el
momento que se vive.
La riqueza de Aristóteles está justamente en habernos
entregado una fórmula para hacer ética que resultó ser válida para todo
momento histórico, en cualquier tipo de condición e indistintamente
para todo tipo de sujeto. Es por ello que tal fórmula nos es útil en
esta coyuntura de carácter universal, pues se maneja dentro de una
dialéctica de solidez y relatividad que le permite ajustarse a todo tipo de
situaciones. A partir de esta fórmula podemos ser artífices de una ética
filosófica de la vida que implica una búsqueda y finalmente una postura
que nos compromete y en la que nos re-conocemos no únicamente
como seres racionales sino como seres racionales profundamente
imbuidos y determinados por el elemento moral que nos empuja a
identificarnos en el otro, reconociendo las semejanzas que tenemos
con nuestros iguales y en consecuencia compartiendo con ellos no
sólo nuestros logros y éxitos sino también las responsabilidades que
nacen del hecho de hacer parte de un todo, lo cual desemboca en el
fortalecimiento del común sentido de convivencia y nos advierte en la
responsabilidad que tenemos frente a los demás.