Page 110 - Anuario26
P. 110
130 Pavó Acosta, R. Crisis de la Administración de Justicia. Estrategias
y Opciones Metodológicas para su Estudio / pp. 117-144
porque si continuase increscendo el tiempo y la generalización
del incumplimiento en el rendimiento del servicio de la justicia
y hubiese que tomar como regla para medir el respeto o la
violación de un Derecho a un proceso sin dilaciones indebidas,
a ese mismo hecho anormal, equivaldría a dejar vacío de su
contenido esencial a un derecho fundamental. (Asensi Sabater,
1997, p. 37).
Uno de los aspectos en los que centran la atención los
investigadores es el relativo a la causas de este fenómeno de la
lentitud o demora. El examen de las causas a veces se reduce al
comportamiento de la relación entre el número de asuntos y la cifra de
jueces para resolverlos en un tiempo determinado; pero esta cuestión
evidentemente requiere de una consideración menos simplista.
Aunque sean bien conocidos, vale la pena reiterar cuáles son
los factores que pueden ser causa de la demora en la impartición de la
justicia, destacándose entre ellos:
• Aumento de la litigiosidad.
• Sobrecarga.
• Deficiencias en las normas de procedimiento.
• Inadecuada distribución de competencia.
• Deficiencias organizativas en el funcionamiento de los
tribunales.
• Insuficiente número de jueces y personal auxiliar.
• Insuficiente disponibilidad de recursos.
• Baja eficiencia de los tribunales.
• Insuficiente calificación de los jueces.
• Ineficacia de los procedimientos administrativos previos a la
vía judicial.
• Ausencia o ineficacia de los procedimientos prejudiciales de
solución de conflictos o alternativos a la vía judicial.
Ahora bien, el problema de la demora merece una consideración
muy seria, desde el punto de vista sociológico y jurídico porque:
• Disminuye la calidad de la decisión.