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ANUARIO DE DERECHO. Año 28, N° 28. Enero-diciembre 2011. Mérida-Venezuela.
ISSN:0076-6550. 145
podido observar en las últimas décadas, reflejan bien esa evolución y «la
palabra ya utilizada en el lenguaje corriente, se ha impregnado, quizás a
causa de su belleza poética, de una resonancia inquietante» (2000, p.27).
En este sentido, según el DSM-IV:
Los síntomas característicos de la esquizofrenia implican un abanico
de disfunciones cognoscitivas y emocionales que incluyen la
percepción, el pensamiento inferencial, el lenguaje y la comunicación, la
organización comportamental, la afectividad, la fluidez y productividad
del pensamiento y el habla, la capacidad hedónica, la voluntad y la
motivación y la atención. Ningún síntoma aislado es patognomónico
de la esquizofrenia; el diagnóstico implica el reconocimiento de una
constelación de signos y síntomas asociados a un deterioro de la actividad
laboral o social (1994, pp. 281-282).
Signada como F20 en el CIE-10, la esquizofrenia se presenta
entonces, como un trastorno caracterizado por distorsiones
fundamentales y típicas de la percepción, del pensamiento y de las
emociones, estas últimas en forma de entorpecimiento o falta de
adecuación de las mismas.
Se observa identidad en los dos criterios clasificatorios que
se han utilizado (DSM-IV y CIE-10), respecto de los otros trastornos
psicóticos, de manera que se mencionan los siguientes: El trastorno
esquizofreniforme; trastorno esquizoafectivo; trastorno delirante;
trastorno psicótico breve; trastorno psicótico compartido; trastorno
psicótico debido a enfermedad médica; trastorno psicótico inducido por
sustancias y el trastorno psicótico no especificado.
la epilepsia ¿enfermedad psiquiátrica o neurológica?
Del latín epilepsĭa, y este del gr. ἐπιληψία, intercepción, según el
Diccionario de la Lengua Española, se entiende por epilepsia a la «en-
fermedad caracterizada principalmente por accesos repentinos, con pér-
dida brusca del conocimiento y convulsiones».
En este sentido, a decir de Serpa «a comienzos del siglo XIX
se consideraba a la epilepsia como una enfermedad psiquiátrica y se le
incluía en uno de los tres grandes círculos de psicosis endógenas, los
otros dos eran las esquizofrenias y las psicosis maníaco-depresivas»