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Bolaños, M. Los fines del Derecho Penal. Una aproximación
180 desde la Filosofía Política / pp. 161-180.

que la justificación por sí misma puede ser leída desde perspectivas
distintas, unas más cónsonas –las de contenido ético- que otras con la
condición humana. Una verdadera legitimación debe contar siempre
con un referente empírico de la realidad desde el cual se pueda cotejar,
de lo contrario deviene en una autolegitimación que no trasciende
al verdadero sentido de aquello que quiere legitimarse. Para qué el
Derecho penal? Cuánto Derecho penal? y En qué condiciones diseñarlo
y aplicarlo? Son interrogantes de naturaleza estrictamente filosófica cuyas
respuestas dependen del perfil político que se asuma y que ameritan una
lectura deontológica que evidencie el plexo de valores que sostienen las
decisiones político-criminales en un sistema respetuoso del ser humano.
Manejándose entre lo que el autor llama soluciones de síntesis y
soluciones de conflictos, como pociones de salidas posibles, y centrándose
en un análisis comparativo entre liberalismo y comunitarismo, muestra
cómo el liberalismo prioriza el ser humano, lo que deviene en imprimir a
las garantías la importancia que tienen en relación a la prevención, vista
como el otro fin de Derecho penal que debe procurar convivir con el
carácter sancionador de esta ciencia.

El autor explica las razones por las que una sociedad nunca puede
estar por encima de los miembros que la componen y avanzando de manera
progresiva en el análisis va desde los fines de Derecho penal propiamente
dichos, pasando por el concepto de persona y abordando finalmente las
razones que tienen los ciudadanos para obedecer las normas –estabilidad
social- concluye en términos absolutamente antropocéntricos ubicando
en el respeto a la condición humana la única razón válida y vigente como
finalidad del Derecho penal.

En tal sentido, por las razones expuestas, es obligatoria su lectura
tanto a nivel de pre-grado como de post-grado, dada la pulcritud con que
se aborda el tema y en la seguridad de que las expectativas e inquietudes
planteadas por el lector quedarían en mucho, sino en todo, colmadas.