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Astorga, J. Think Thanks Canadienses. La práctica del policy analysis
118 desde instancias no-gubernamentales / pp. 95-121
lado por estas dimensiones. Con más recursos o menos publicaciones, lo
único que puede afirmarse de los think tanks, tal y como se apreció en los
párrafos anteriores es que, ciertamente, estas organizaciones han logrado
participar en la estructuración de agendas institucionales y temas especí-
ficos dentro del debate público, y esta tarea no es una empresa pequeña
pues lograr credibilidad en áreas de interés público que, además, tienden
a fluctuar dramáticamente con el tiempo y según los intereses políticos,
y que además requieren de una constante esfuerzo de actualización, es
un trabajo duro que depende de la rapidez, certidumbre y frugalidad con
que actúe la directiva y equipo de analistas e investigadores responsables
de dichos institutos.
De igual manera, se pudiera afirmar que la consolidación de una
jugosa agenda de relaciones públicas juega un papel importante en la
dinámica interacción de los think tanks dentro del sistema político. Sin
embargo, en las instancias del mercado de las ideas políticas, dentro de la
cual median intereses políticos, poderosas instituciones gubernamentales
y corporaciones privadas con grandes recursos a disposición inmediata,
se observa que una proximidad mal calculada podría significar la neutral-
ización pública de estas organizaciones, lo que se traduciría en tener que
arrastrar con cargas ideológicas ajenas a su mandato institucional. Por su-
puesto, aun cuando existen think tanks que, como los estadounidenses,
se muestran vinculados abiertamente a orientaciones partidistas, dentro
de un sistema multipartidista como el canadiense los enroques políticos
no son una opción muy frecuente para este tipo de organizaciones, aun
cuando ofrecer una asesoría a una figura política es muy diferente a traba-
jar para un partido político. Y los think tanks en Canadá han aprendido a
tener claro estas distinciones.
Finalmente, aunque sean evidentes las semejanzas entre la estruc-
tura y desempeño de think tanks como el Instituto C. D. Howe y el Instituto
Norte-Sur entre muchos otros, y aun cuando sus presupuestos y dimensio-
nes institucionales, así como su visibilidad en el policy analysis community,
no representen sino una quinta parte de los recursos y poder de otros think
tanks con mayor presupuesto y dinámica institucional, ello no significa que
la «influencia política» de los think tanks promedio sea menor. El desem-
peño del Instituto C. D. Howe ha logrado a lo largo de su historia institu-
cional un prestigioso y reconocido lugar entre los think tanks canadienses