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ANUARIO DE DERECHO. Año 28, N° 28. Enero-diciembre 2011. Mérida-Venezuela.
ISSN:0076-6550. 129
Así pues, respecto del tratamiento de la enfermedad mental,
siguiendo la misma línea de investigación, aparece el chamán o curandero,
siendo éste una especie de médico, frecuentemente poseído por espíritus
y era el médium a través del cual hablaban éstos. En este sentido, la sesión
del chamán implicaba un estado de excitación creciente por parte de éste.
Dicho estado se inducía con el consumo de sustancias psicoactivas, vale
decir, fumando y bebiendo mucho y con drogas, acompañado por música
rítmica, especialmente de tambores el cual, además, se caracterizaba por
un desgaste parcial de conciencia y por movimientos extravagantes.
Por otro lado, en Egipto, es probable que el tratamiento de las
enfermedades mentales, abarcara la integración de diversos factores, tales
como los físicos, los psíquicos y los espirituales, así comentan Freedman
y otros, que
De las distintas técnicas posiblemente utilizadas para acercarse a la
personalidad y modificarla, el método más destacado en la antigüedad
era la interpretación de los sueños.
Pueden distinguirse tres tipos de experiencias de sueños: 1) los sueños
que representaban un medio para la revelación de un dios y que podían
necesitar o no interpretación; 2) sueños que reflejan el estado de ánimo
del que sueña; se alude a ellos pero no han sido nunca registrados y 3)
sueños que predecían futuros acontecimientos. El descifrar los sueños
se hacía con el mismo propósito que se hace actualmente. La diferencia
radica en el hecho de que durante este período se consideraba que los
sueños siempre se referían al futuro. Por el contrario, el psicoanálisis ha
demostrado que los sueños se refieren a experiencias del paciente en el
pasado (1977 (b), p. 2).
Es prudente señalar que las enfermedades mentales, tienen
protagonismo en la Biblia, especialmente en el Antiguo Testamento.
Un caso importante, se encuentra en el libro del Deuteronomio, en el
cual, se establece que Dios castigará a todos aquellos que incumplan
sus mandamientos con furia, ofuscación y confusión de corazón,
que puede dilucidarse como manía, demencia y disminución en las
funciones intelectuales. Sin embargo, el relato de enfermedad mental
más significativo en este libro de libros, es en el Primero de Samuel, en
el cual, se describe que Saúl, iracundo por el aprecio y admiración que
sentían sus allegados a David, va perdiendo la razón, acompañado esto
de gran cantidad de impulsos incontrolables, lo que puede asemejarse
actualmente a una enfermedad mental.